sábado, 27 de noviembre de 2010

Celo hispánico

Fantástico día, vivido en uno de los entornos naturales más espectaculares de la Comunidad de Madrid, La Pedriza de Manzanares, situado en el Parque Regional de la Cuenca alta del Manzanares. Un día magnífico de sol, naturaleza y pura biología animal. Es la época del celo de la cabra hispánica y aprovechando el esplendor del día preparé el equipo fotográfico y me dirigí en busca de la foto en la que tantos días había estado soñando, el enfrentamiento de los machos cabríos por el reinado de la manada.

Salí de casa sobre las 10,00 h, llegando a La Pedriza sobre las 10,40 h, conduciendo con tranquilidad, ya que mi prioridad siempre es la seguridad y el disfrute en la conducción. Digo esto porque la distancia de mi vivienda habitual con el Parque Regional, es relativamente pequeña. Dicho esto, continúo. Situé el coche en el aparcamiento de Canto cochino, cogí todos los aperos fotográficos y me dirigí hacia el sendero que sube a la esplanada del Yelmo, ya que mi amigo y compañero de trabajo, Nanete, en una de nuestras charlas de naturaleza, a él también le gustan mucho los animales, concretamente lo que más le llama son las rapaces, me comentó la abundancia de cabra por esa zona. Como pica bastante el sendero-torrentera, oradado en el terreno, aproximadamente, un metro por la erosión del agua, rapidamente entré en calor, ya que me abrigué bastante porque el termómetro lo recomendaba con insistencia, y me abrí las cremalleras para, seguidamente, continuar la marcha, paralela a peña Sirio hacia el barranco de los huertos. Cuando llegué a la esplanada primera, antes de coger la subida hacia la aguja Larios, cogí los prismáticos y divisé, en la zona de los principiantes, una manada bastante grande tomando el sol de la mañana, ya que, como he dicho antes, la noche había sido bastante fría. Esto me creó indecisión a la hora de tomar la dirección más correcta para conseguir mi objetivo, paré a tomar unas fotografías de la zona de cuerda larga y bola del mundo y seguidamente me dirigí hacia la dirección inicialmente pensada. Empecé a subir la pedregosa y algunas veces difícil cuesta hacia mi destino final, siempre con la vista hacia la manada soleada, pero decidido a llegar a mi destino. Encontre una piedra bastante grande y lisa casi en la base de la aguja Larios, que invitaba a hacer una parada y asi fue, me quite la mochila, eché un trago de agua y cuando decidí evacuar, me aparté un poco de la zona donde había puesto el material y "bingo", una pedazo de manada de 50 miembros por lo menos, estaba esperando a que sacase toda la artillería y empezase a trabajar de lo lindo, y asi fue, 503 fotos en un intervalo de 4 horas, aproximadamente. Constantemente, los
machos cortejaban a las hembras, acercándose a ellas sumisamente y sacando su lengua burlona, intentando de esta manera ganarse su favor, pero ellas ignoraban a estos, dedicándose a disfrutar del magnífico sol que la mañana nos brindaba. Tres machos, los más maduros de la manada, eran los que más insistian en el cortejo y los que más sensación daban de querer optar al reino caprino. De repente los tres machos se juntan, se empiezan a rozar y se apartan de la manada hacia una zona más alta. El obturador no descansa, me huelo a que esto va a ser lo que tanto tiempo llevo esperando ver en directo y no quiero que se me escape nada. Clap, clap, clap, clap............... Y así es, hasta 503 fotografías del celo de la cabra hispánica. Es espectacular escuchar los golpes de los cuernos al golpearse. Estuvieron luchando por lo menos media hora. Aunque el espectáculo principal duro un par de minutos. Estas 4 imágenes son el resumen perfecto de un día perfecto. No son grandes fotografías, pero si ha sido un gran momento el que he vivido y que ocupará un lugar importante en mi corazón, emoción, en mi retina, belleza, en mi cerebro, recuerdo y en mi colección fotográfica, que siempre me valdrá para seguir aprendiendo y para compartirlas con todo aquel o aquella que le guste disfrutar de lo bueno de este mundo, nuestro planeta y nuestra fauna. Hasta el próximo relato, que espero que sea pronto, ya que eso querrá decir que otro de los proyectos que tengo en mente se ha realizado. Chao.











































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