martes, 1 de mayo de 2007

Inquietudes fotográficas

Hace 16 años, con el nacimiento de mi hija Nerea, compré una cámara fotográfica réflex marca Minolta x-300 con un flash, ya no recuerdo su marca, y empecé a interesarme por "esto de la fotografía". Dio la casualidad que por esas fechas coincidí en el trabajo con un gran compañero, amigo, llamado Toñín que me acabó de meter el veneno de la fotografía dentro del nucleo celular de la célula más interna de mi cuerpo, hasta convertirse en una pasión que se ha arraigado más, si cabe, con la compra de mi Nikon D70s hace unos meses. Cojones con eso que dicen de que las cámaras digitales te lo hacen todo solas (lógicamente si vas a utilizarla solamente con los programas automáticos que las réflex digitales traen, no te gastas un dineral en una réflex, compras una compacta, que hacen unas fotos fantásticas, y te ahorras una pasta) . LLevo con ella 6 meses y cuando aprendo una cosa se me ha olvidado la otra. Tiene tantas combinaciones y funciones que se necesita mucho tiempo para llegar a dominarla completamente. Esto sólo si hablamos de la parte técnica, que si empezamos ha hablar de composición (retrato, paisaje, bodegón, fotografía de acción,etc,), control del flash, manipulación digital de las imágenes, etc, etc, etc....... tenemos años de trabajo para llegar ha hacer fotografías con una calidad general aceptable. Interesante ¿no?. Pues desde que tengo mi cámara digital todo este venenillo corre por mi cuerpo sin parar y estoy deseando salir por ahí y coger mi "máquina de hacer fotos" y darle al índice sin parar. Que casualidad que cuando me decidí a cambiar de cámara, coincidí en un curso de trabajo con mi, ya mencionado antes, amigo Toñín el cual me aconsejo, con la tranquilidad y sabiduría que le caracteriza, que la cámara que me comprase la tenía que elegir yo y nadie más que yo. Es una inversión importante la que se hace como para tomar la decisión a la ligera. Me habló de varias, de las cuales estuve leyendo artículos y más artículos hasta que me decanté por la Nikon D80. Fui a comprarla y junto a ella, en la vitrina, se encontraba la D70s, el modelo al que mejoraba, supuestamente, la D80. Le dije al vendedor que por favor me sacase las dos cámaras para verlas y tenerlas en mis manos, y la sensación de firmeza, de solidez, de artefacto, de cámara fotográfica, en definitiva, que me dió la D70s, no me la dio la D80, asi que me decanté por la supuestamente inferior. Estoy muy contento con ella y muy estimulado en aprender más y más cada día. Hasta la próxima. Chao

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